Miguel Angel Rubini
marubini@hotmail.com
Tomando en cuenta el elevado costo en dólares que tienen los inmuebles -especialmente los departamentos- y lo difícil que resulta acceder a créditos bancarios con fines de compra, quienes carecen de una vivienda propia -al menos por el momento- parecen no tener otra salida que no sea la de alquilar para solucionar transitoriamente sus problemas habitacionales.
La mayoría de los que piensan en esa alternativa suelen ser asalariados a los que los sueldos -vía paritarias- se les actualizan una sola vez por año, lo cual condiciona sus posibilidades de hacer frente al incremento generalizado de precios que se viene registrando en el país en todos los rubros.
Desde hace ya muchos años, los que destinan propiedades al mercado de las locaciones, al tomar en cuenta el valor de las mismas advierten que la rentabilidad que obtienen es muy baja (alrededor del 3% anual). Tener que hacerse cargo del costo de las expensas comunes, del impuesto inmobiliario y de la tasa municipal por servicios urbanos, achica bastante el ingreso que perciben por el alquiler de sus departamentos y/o casas.
Si a ello se le suma el hecho de que recientemente la Argentina experimentó una significativa desvalorización de su signo monetario, es comprensible que, al momento de formalizar los contratos, quieran compensar la pérdida de poder adquisitivo del peso fijando valores locativos que contemplen la inflación que, según estimaciones oficiales, este año sería del orden del 25%.
Las informaciones difundidas en los últimos días en el sentido de que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) habrían comenzado a pactarse reajustes semestrales en el precio de los alquileres e incrementos de hasta un 40% anual, fue recibida con preocupación en el mercado marplatense, especialmente por parte de los inquilinos a quienes se les están por vencer los contratos de los inmuebles que ocupan. Con la intención de despejar sus dudas y conocer lo que puede llegar a ocurrir en el futuro inmediato, LA CAPITAL consultó a dos reconocidos martilleros públicos que, entre las actividades que desarrollan, se dedican a las locaciones urbanas.
Importante brecha
entre ambas partes
Maximiliano Loscalzo, sostuvo que “por un lado están las necesidades de los posibles inquilinos, que son muchos, y por otro las pretensiones de los propietarios de los inmuebles que se ofrecen en locación. Si bien entre unas y otras existe una brecha que es importante, creemos que se debe tener en cuenta que en Mar del Plata el costo de vida es inferior al de la Ciudad de Buenos Aires. Como muchos de los que quieren alquilar sus inmuebles son personas que tienen su residencia habitual en la Capital Federal, pretenden implementar reajustes semestrales del 15% u otro tipo de cuestiones que no se adecuan al público local, que es el que busca alquilar por dos años. Los propietarios tienen que tener en cuenta que los sueldos son bajos, y que los locatarios, además de pagar el alquiler, tienen que hacer frente a las boletas de OSSE, de gas, de electricidad y, además, a los gastos que les genera el diario vivir. En ese contexto, querer implementar un reajuste anual del 40% es excesivo, salvo que se trate del alquiler de determinados locales comerciales. Partiendo de un valor coherente, en el caso de los departamentos y/o casas, fijar un reajuste anual de hasta un 30% es un guarismo que, teniendo en cuenta la inflación, puede considerarse razonable. Para que los propietarios queden más conformes, lo que podría hacerse es pactar un escalonamiento en el pago del total del alquiler convenido”, afirmó.
Similar opinión
Diego Del Valle, otro profesional de la actividad inmobiliaria, manifestó por su parte que “en Mar del Plata el alquiler de viviendas por 24 meses se sigue haciendo con una reajuste anual que va del 25% al 30% lo cual le permite al locatario saber de antemano cuánto va a tener que pagar cada mes. La actualización semestral y un incremento del 40% anual, tema que en los últimos días tocaron algunos medios de difusión porteños, no es aplicable en nuestra ciudad salvo que se trate de locales comerciales que tengan muy buena ubicación. Los que buscan alquilar viviendas por 2 años son personas que generalmente viven de sueldos que se actualizan en la paritaria anual. De allí que, aunque los propietarios estén obteniendo la rentabilidad más baja de la historia, a los locatarios no se les pueda exigir que cada 6 meses accedan a pagar un alquiler más alto. En estos momentos por un departamento de 1 ambiente se están pidiendo alrededor de 4.000 pesos mensuales. Por 2 ambientes, entre 4.500 y 5.000 pesos, dependiendo de la zona (si es en la costa o en un edificio “premium” alrededor de 8.000). Por 3 ambientes, 5.500 pesos en adelante. Por una casa con garaje, a partir de 6.000 pesos y por un chalecito típico de Mar del Plata de 7.500 pesos hacia arriba”. Por último expresó que “podría decirse que el mercado está en un punto de equilibrio ya que si bien hay mucha demanda, existe un importante número de propiedades en alquiler, inclusive en edificios nuevos. Muchos propietarios que antes los ofrecían por la temporada estival, para resguardar el capital y poder solventar los gastos que les originan los inmuebles, resolvieron hacerlo por 24 meses”, comentó.-